Director Samuel Durán por coronavirus: “sólo el 5% de los chilenos come saludable”

El director del Magíster en Nutrición en Salud Pública analiza la situación alimentaria en Chile frente a la pandemia por COVID-19.

Enfermedades como la obesidad, la hipertensión y la diabetes “están vinculadas a una inadecuada alimentación”.

 

“El COVID-19 es una enfermedad respiratoria viral causada por el nuevo coronavirus 2019-nCoV, que ha causado una pandemia. Hasta la mañana del 13 de abril de 2020, se han detectado en el mundo un total de 1.864.629 casos con infección por COVID-19 confirmados por laboratorios, según datos de la Johns Hopkins University”.

“Se han realizado algunos metaanálisis para determinas quienes son las personas más susceptibles a un mal pronóstico al presentar COVID-19, y entre ellas se pueden destacar que las personas con enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, diabetes e hipertensión arterial son las candidatas predilectas”.

“Las razones en la actualidad de por qué estas patologías, y no otras, incrementan el riesgo de un mal pronóstico es un misterio. Lamentablemente Chile, y su perfil epidemiológico actual, no favorece mucho a los contagiados. Además, nuestro país presenta una alta proporción de personas mayores, de alto riesgo para esta enfermedad”.

“Según la última Encuesta Nacional de Salud el 31,2% de los chilenos presenta obesidad, y un 3,2% obesidad mórbida, valores que se incrementa en el grupo de 50 a 64 años. Casi un 28% de los chilenos tiene sospecha de hipertensión y 12% de diabetes, ambas muy incrementadas después de los 30 años. Además, la primera causa de muerte en Chile son las enfermedades cardiovasculares”.

“Todas estas patologías están vinculadas a una inadecuada alimentación. En Chile, pese a ser una potencia alimentaria a nivel global, sólo el 5% de los chilenos come saludable. Un bajo consumo de frutas, verduras y legumbres se aprecia en nuestra población, en especial en grupos con menores ingresos”.

“Por otro lado, observamos un gran consumo de pan, bebidas alcohólicas, grasas saturadas, sal y azúcar. En el caso del pan ocupamos el segundo lugar a nivel mundial, y en el caso de las bebidas azucaradas el primero”.

“Cuando pase esta pandemia debemos reforzar, por una parte, acciones que permitan mejorar el acceso a una alimentación saludable, sustentable, económica y de producción local para todos los chilenos. Probablemente subsidiar alimentos saludables, e incrementar impuestos a alimentos poco saludable”.

“Debemos como país nuevamente invertir en la nutrición de los chilenos, como en la década del 80, donde se hicieron grandes esfuerzos para erradicar la desnutrición infantil. Ahora debemos hacer grandes esfuerzos por la seguridad alimentaria en nuestro país”.